sábado, 28 de febrero de 2009

Gracias



Qué distintas se ven las cosas cuando ya se ha alcanzado la cumbre: el paisaje se ensancha, el aire se vuelve ligero y transparente, se encogen las complicaciones del ascenso, los pueblos del valle adquieren un brillo cómplice, se desvanecen las nieblas y las sombras, los lazos de la cordada se agradecen más que nunca y el horizonte sugiere nuevos retos y posibilidades. La imagen que acompaña estas líneas ha sido tomada hace apenas seis horas junto a la cima de San Donato y está dedicada a S, Ch, Y y E, con quienes he compartido la ascensión más larga y compleja de los últimos meses. Les estaré siempre muy agradecido.

5 comentarios:

Luisgui dijo...

La foto es impresionante. Los objetivos, cuanto más cuestan y más esfuerzo ponemos en ellos, más se valoran. Y si lo pasamos mal, más todavía.

Lamia dijo...

J. enhorabuena por alcanzar la cima y por tener tan buenos compañeros de cordada. Frente a ti supongo que verías la Sierra de Aralar. Allí pasé los mejores años de mi infancia.

Nahum dijo...

Somos muchos los que estamos deseando ver el producto final de tan difícil escalada.

Alcanzar cima siempre es grato; seguro que el resultado de la nueva revista es tan espectacular como la foto... (Si no, ahí está el precipicio, jeje).

Anónimo dijo...

Me estás dando vértigo...
sarrio dixit

Anónimo dijo...

Creo, decididamente, que ya me he hecho viejo... me da un miedo atroz sólo ver la foto. Impresionante.