domingo, 19 de julio de 2009

Últimos metros



La ascensión tiene siempre una cierta épica, especialmente cuando la cima se hace esperar y las fuerzas flaquean. En la fotografía, G se acerca a la cumbre del Arrigorri, un peñasco próximo al Auza.

lunes, 13 de julio de 2009

Belleza sin fronteras



Butterfly, papillon, pinpilinpauxa, farfalla, volvoreta, mariposa... Son bonitas y llamativas en casi todos los idiomas.

jueves, 9 de julio de 2009

Bosques y arquitectura



El finlandés Alvar Aalto aún era un niño y aún estaba muy lejos de ser un gran arquitecto cuando su familia se trasladó a Jyväskylä, “un cosmos de lagos, crestas y bosques” que inspiró muchos de los proyectos y diseños que le harían famoso tiempo después. Su abuelo Hackstedt era el director de la Escuela Forestal de Evo y le dio un consejo que nunca olvidaría: “El bosque puede arreglárselas sin el hombre, pero el hombre no puede arreglárselas nunca sin el bosque”. No es difícil encontrar ecos de ese planteamiento en la arquitectura y en los escritos de Aalto. “No nos consuele el hecho de que el paisaje de Finlandia Central sea difícil de arruinar —explicó una vez—. Considerando la cantidad de posibilidades que ofrece, los atentados realizados contra el paisaje hieren aún más dolorosamente el ojo crítico…”.

(En la foto, I y R se adentran con respeto en el bosque que rodea Roncesvalles, todavía un hayedo difícil de arruinar. Las frases entrecomilladas del texto están tomadas del folleto La Jyväskylä de Alvar Aalto, editado por el museo que lleva el nombre del arquitecto finlandés)

lunes, 6 de julio de 2009

Cruces y peregrinos



Joyce es uno de los personajes de Llenos de vida, la novela de John Fante. Está embarazada y se prepara para recibir el bautismo en la Iglesia católica. Lee a Chesterton, a Belloc, a Thomas Merton, a Françoise Mauriac y a Evelyn Waugh, y alterna las reflexiones de unos y otros con las páginas de El infante y el niño en la cultura actual, repletas de advertencias y consejos para las madres primerizas. Su marido trata de sobrevivir a los nervios, a los antojos y a los destrozos ocasionados por las termitas en la cocina familiar. Es de ascendencia italiana y el acercamiento de Joyce a la religión católica ha reavivado los rescoldos de una fe antigua, casi olvidada. “Costaba ser un buen católico, costaba mucho, y por eso yo había abandonado la Iglesia —cuenta de sí mismo—. Para ser un buen católico tenías que abrirte paso entre el gentío para ayudarle a Él a cargar con la cruz. Yo posponía el gran salto adelante para otro momento”. Todas las cruces de la fotografían tienen su propia historia. Los peregrinos que las han ido dejando en el collado de Bentartea, cerca ya de Roncesvalles, se abrieron paso entre el gentío para cargar con ellas. Por eso, las espinas que las envuelven tienen más de abrazo que de castigo: son el espontáneo homenaje de quienes han preferido no retrasar “el gran salto adelante”.