viernes, 28 de agosto de 2009

Amapolas



El minuto de gloria que les proporcionó esta foto y el eco discreto y hogareño que ahora encontrarán en este blog podrían haber sido un largo periplo de museos, subastas de precios inalcanzables, el Gombrich, teorías perspicaces o infundadas, imitaciones en distintos idiomas y copias en papel satinado para comedores de clase media. Pero tendría que haber sido Van Gogh quien las descubriera en aquel barbecho próximo a Torre de Peña en vez del montañero apresurado y solitario que se las llevó irreflexivamente en su Canon Ixus 70.